Ay Madam

Me decían…



Me decían “ni se te ocurra pasearte en Tamaulipas, es un estado demasiado peligroso, lo único que encontraras es mucha inseguridad, mejor vete a estados más turísticos.”

Me decían “en Morelia ni te asomes que ahí domina la corrupción, como extranjera te van a hacer algo, seguro."

Me decían “Tlaxcala es muy chiquito, ni vale la pena que te pares ahí para visitar, te aburrirás al medio día.”

Me decían “no vayas a Tabasco, te vas a azar y Villahermosa es una ciudad fea, no hay nada que ver o hacer, no tiene nada que enseñarte que no conozcas ya.”

Me decían “después del temblor de hace 3 años Puebla quedó hecho un desastre, espérate unos años más para hacer videos ahí, no se va a ver bonito”

Me decían “no sé porque vives en México viniendo tú de un país primermundista, deberías regresarte a vivir allá”


Y saben que les contesto a eso?


En Tamaulipas, sin señal ni comunicaciones con el mundo, la sierra me recordó lo bello que es vivir en armonía con la naturaleza, deleitando cada uno de mis sentidos con su belleza incomparable.

En Morelia, conocí más a fondo sobre la cultura mexicana, en ese caso purépecha y tuve la fortuna de vivir “animeecheri kúinchekua”, o fiesta de las animas, en la cual quede asombrada del mensaje que transmite esa tradición, convirtiéndose en mi fecha preferida de todos los tiempos: no importa en donde estés, te acompañaré, gozando la vida en el más allá.

En Tlaxcala, probé por primera vez la famosa bebida de los Dioses, baile y disfrute mi estancia lejos de todas las preocupaciones del diario, perdiéndome horas en las calles coloniales de Huamantla y recordando la bella Europa pasando una tarde asoleada en Val’Quirico.

En Tabasco, he tenido mi mejor experiencia de vida, conociendo gente increíble, sencilla, que con sus historias de vida me llenaron el alma y el corazón, enseñándome que con poco, se llega a tener mucho y a alcanzar sus sueños con dedicación y pasión.

En Puebla, realizando mi primer voluntariado, derramé más lágrimas de felicidad al haber podido aportar mi granito de arena ayudando a familias afectadas del sismo que recibiendo cualquier regalo, dándome cuenta que lo único que de verdad importa es el poder devolver ese brillo vivido tan especial en las miradas de los demás. Me fui con una gran enseñanza: en equipo, no hay nada que no podamos vencer, nada que no podamos volver a construir.


Así que...


¿Todavía quieren preguntar porque vivo en México?
¿Porque no regreso al país primermundista que me vio nacer?


O mejor te pregunto yo a ti…


¿Cuál es tu motivo para no valorar tu país?

4 years ago (edited) | [YT] | 760