En España, los jóvenes viven y vivirán peor que sus padres.
El IX Informe FOESSA, presentado por Cáritas, confirma que el ascensor social baja más de lo que sube en uno de los países más desiguales de Europa.
La vivienda y el empleo precario impulsan la exclusión, arrasando la clase media y empujando a miles de familias hacia abajo hasta los 4,3 millones de personas hoy en exclusión.
La exclusión severa ha aumentado un 52% desde 2007 y la lógica básica del contrato social —si trabajo, puedo vivir— ha saltado por los aires: casi la mitad de la población activa, un 47,5%, sufre empleo precario.
Mientras tanto, el IBEX-35 marca máximos históricos.
La vivienda es el golpe más duro: el 45% de quienes alquilan a precio de mercado está en riesgo de pobreza, la cifra más alta de Europa; el 14,1% cae en pobreza severa tras pagar el alquiler y la propiedad cae del 82% en 2011 al 73% en 2020.
Tras siete años de un gobierno que se define progresista, cabría esperar una lucha frontal contra la desigualdad. Pero el informe muestra que somos más pobres, y que si eres mujer o joven tienes todas las de perder.
Las familias monoparentales pasan del 12% en 2007 al 29% en 2024. La pobreza infantil roza el 29% y un tercio de la exclusión severa recae en menores. Los jóvenes cobran entre un 15% y un 30% menos que sus padres y el 11% vive ya en exclusión severa, un 83% más que en 2007.
Pero según el gobierno, “vamos como un cohete”.
El informe revela también el deterioro sanitario por malnutrición, listas de espera y falta de acceso médico. El dato más cruel: el 6% de las familias vulnerables con enfermedades graves no recibió atención alguna.
Gobierno y oposición no van a resolver nada; necesitamos un cambio real. La desigualdad no se corrige esperando: los salarios no suben solos ni la vivienda se abarata por arte de magia.
Si no decidimos nosotros, deciden por nosotros. Otro país es posible si hay voluntad política.
El Jacobino
Un retroceso intergeneracional sin precedentes.
En España, los jóvenes viven y vivirán peor que sus padres.
El IX Informe FOESSA, presentado por Cáritas, confirma que el ascensor social baja más de lo que sube en uno de los países más desiguales de Europa.
La vivienda y el empleo precario impulsan la exclusión, arrasando la clase media y empujando a miles de familias hacia abajo hasta los 4,3 millones de personas hoy en exclusión.
La exclusión severa ha aumentado un 52% desde 2007 y la lógica básica del contrato social —si trabajo, puedo vivir— ha saltado por los aires: casi la mitad de la población activa, un 47,5%, sufre empleo precario.
Mientras tanto, el IBEX-35 marca máximos históricos.
La vivienda es el golpe más duro: el 45% de quienes alquilan a precio de mercado está en riesgo de pobreza, la cifra más alta de Europa; el 14,1% cae en pobreza severa tras pagar el alquiler y la propiedad cae del 82% en 2011 al 73% en 2020.
Tras siete años de un gobierno que se define progresista, cabría esperar una lucha frontal contra la desigualdad. Pero el informe muestra que somos más pobres, y que si eres mujer o joven tienes todas las de perder.
Las familias monoparentales pasan del 12% en 2007 al 29% en 2024. La pobreza infantil roza el 29% y un tercio de la exclusión severa recae en menores. Los jóvenes cobran entre un 15% y un 30% menos que sus padres y el 11% vive ya en exclusión severa, un 83% más que en 2007.
Pero según el gobierno, “vamos como un cohete”.
El informe revela también el deterioro sanitario por malnutrición, listas de espera y falta de acceso médico. El dato más cruel: el 6% de las familias vulnerables con enfermedades graves no recibió atención alguna.
Gobierno y oposición no van a resolver nada; necesitamos un cambio real. La desigualdad no se corrige esperando: los salarios no suben solos ni la vivienda se abarata por arte de magia.
Si no decidimos nosotros, deciden por nosotros. Otro país es posible si hay voluntad política.
1 week ago | [YT] | 18