Los Helechos de Abraham

Los helechos y yo.

Desde hace millones de años, antes de que el primer dinosaurio caminara sobre la Tierra, los helechos ya tejían su magia en los rincones húmedos del planeta. Hoy, siguen ahí… y están conmigo.

Mi conexión con ellos va más allá del simple cuidado. Es una forma de comunión con lo antiguo, con lo sagrado, con el susurro del bosque que aún vive en nuestras raíces. Cuando toco sus frondes, siento que toco la historia viva de la Tierra. Cada hoja es un portal, un eco verde del tiempo, una caricia del alma de la naturaleza.

Los helechos me han enseñado paciencia, humildad y respeto por los ciclos. Me recuerdan que la belleza más profunda es silenciosa, que no necesita flores para brillar, y que a veces lo más sabio crece en la sombra.

Cultivar helechos es, para mí, un acto de amor, de reverencia. Son mis guardianes verdes, mis compañeros del alma. En su presencia siento paz, siento hogar… y siento que algo muy antiguo, muy sagrado, aún vive dentro de mí.

Gracias por acompañarme en esta pasión. Gracias por sentir también esta magia.

7 months ago | [YT] | 16