Llegó una prima del pueblo cargada de quichibaches: labiales rojos que olían dulcemente a cera, un peine que se calentaba en la estufa y unos vestidos enviados desde Estados Unidos. —Esto es prestado para la tornaboda —me dijo con orgullo, como si llevara en sus manos la llave de la felicidad.
Finca Sobre Ruedas
Llegó una prima del pueblo cargada de quichibaches: labiales rojos que olían dulcemente a cera, un peine que se calentaba en la estufa y unos vestidos enviados desde Estados Unidos.
—Esto es prestado para la tornaboda —me dijo con orgullo, como si llevara en sus manos la llave de la felicidad.
5 days ago | [YT] | 15