Te volviste transparente como el agua Un día, sin previo aviso, dejaste de estar como antes. Ya no te vi llevar tus hijos al colegio, ni reír, ni abrazarme con tus manos a la hora del desayuno o cuando me cortabas el poco pelo de mi cabeza o mi barba blanca. Ya no está tu mirada infinita. Pero no te fuiste. No del todo. Solo cambiaste de forma. Te volviste transparente como el agua. Como el río que sigue su curso aunque no lo toquemos. Como la lluvia que acaricia los cristales sin dejarse atrapar. Como el mar que susurra en las noches su misterio sin mostrarse entero.
Te volviste agua porque el amor no muere, solo se transforma. Ahora te intuyo en lo que fluye, en lo que limpia, en lo que calma.
A veces te siento en una lágrima silenciosa que baja sin permiso. A veces en la brisa que me toca la piel y me hace cerrar los ojos. A veces en el colibrí que llega cuando no lo llamo, como si trajera un mensaje tuyo, sin palabras, pero lleno de ti.
No estás ausente. Estás transparente....como la canción con la que dejamos tus cenizas en nuestro jardín.
Y aunque ya no puedo abrazarte como antes, te abrazo en lo invisible. En lo que me envuelve sin forma. En lo que me recuerda que lo eterno no siempre se ve, pero se siente… como el agua en el corazón de quien ha amado de verdad. Así como las varias veces que fuimos de paseo a la caída de agua donde te logré esta foto.
Mensajes para vivir- César Fernández
Te volviste transparente como el agua
Un día, sin previo aviso, dejaste de estar como antes. Ya no te vi llevar tus hijos al colegio, ni reír, ni abrazarme con tus manos a la hora del desayuno o cuando me cortabas el poco pelo de mi cabeza o mi barba blanca.
Ya no está tu mirada infinita. Pero no te fuiste. No del todo. Solo cambiaste de forma.
Te volviste transparente como el agua.
Como el río que sigue su curso aunque no lo toquemos. Como la lluvia que acaricia los cristales sin dejarse atrapar. Como el mar que susurra en las noches su misterio sin mostrarse entero.
Te volviste agua porque el amor no muere, solo se transforma. Ahora te intuyo en lo que fluye, en lo que limpia, en lo que calma.
A veces te siento en una lágrima silenciosa que baja sin permiso.
A veces en la brisa que me toca la piel y me hace cerrar los ojos.
A veces en el colibrí que llega cuando no lo llamo, como si trajera un mensaje tuyo, sin palabras, pero lleno de ti.
No estás ausente. Estás transparente....como la canción con la que dejamos tus cenizas en nuestro jardín.
Y aunque ya no puedo abrazarte como antes, te abrazo en lo invisible.
En lo que me envuelve sin forma. En lo que me recuerda que lo eterno no siempre se ve, pero se siente… como el agua en el corazón de quien ha amado de verdad.
Así como las varias veces que fuimos de paseo a la caída de agua donde te logré esta foto.
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